"La leyenda del indomable" de Stuart Rosenberg

Una voz, una mirada. Una interpretación, un sueño. "La leyenda del indomable", que es sin lugar a dudas la mejor película de Stuart Rosenberg, y curiosamente también su primera película en solitario, ya que había realizado trabajos televisivos además de realizar un film olvidable junto a Burt Balaban, se encuentra asentada en torno a dos interpretaciones prodigiosas: la de Paul Newman, que sería nominado al Oscar y que volvería a trabajar con Rosenberg en las menos notables "Los indeseables" y "Con el agua al cuello"; y en la no menos brillante actuación de George Kennedy, quien obtuvo el Oscar al mejor actor secundario en el año 1967. En la que para mí es quizá la segunda película en cuanto a calidad de este cineasta neoyorquino recientemente fallecido, "Brubaker", Rosenberg volvería a adentrarse otra vez en un drama carcelario, esta vez de la mano del gran Robert Redford.

La película está basada en la novela "Cool Hand Luke" (1965) de Donn Pearce (el cual estuvo dos años realizando trabajos forzados), nombre que también tomó la película en Estados Unidas y cuya traducción al castellano resulta bastante acertada. Luke Jackson (Paul Newman), es un cuarentón que se ve condenado a dos años de trabajos forzados por destrozar varios parquímetros durante una borrachera. Luke es un tipo terco y astuto, y poco a poco se va granjeando la amistad de sus compañeros mientras busca la forma de zafarse de los trabajos forzados y de escaparse de la férrea vigilancia a la que le tienen sometido. Ateo, inconformista, e incluso subversivo, Luke ha escapado de una sociedad donde no encuentra su lugar, tras la guerra en la que él mismo fue condecorado, para meterse en un lugar donde las siegas, los asfaltados, y otros muchos trabajos se repiten interminablemente entre un ambiente de cosificación que reprime al protagonista.

En este trasfondo de desasosiego, Luke Jackson nos regala el primer momento inolvidable de la película y de la historia del cine. En una demostración de su terquedad y de su determinación, personalidad que está fuertemente marcada en el film, realiza una apuesta con sus compañeros de presidio sureño en la que él debía comerse 50 huevo en una hora. Se trata de una escena imborrable que le valió a Paul Newman un buen cólico.


Otro momento que ha hecho a este film una película para el recuerdo es esa sexy aparición de Joy Harmon que fue descubierta años antes por Groucho Marx, una rubia explosiva que surge como de la nada mientras los condenados se encuentran segando entre un calor sofocante para subir la temperatura aún más con su forma de lavar su automóvil. Sus sensuales movimientos y su habilidad en el uso del jabón y la manguera llegarían a inspirar a innumerables spots televisivos, series de televisión y anuncios, además de ser uno de los momentos más tórridos de la historia del cine.


En definitiva, estamos ante una maravillosa historia sobre la condición humana al nivel de películas como "Papillon" en la que Newman realiza una de las grandes interpretaciones de su carrera acompañado de un secundario de lujo, en una historia amable y entretenida que denuncia el abuso de poder y el despotismo de los mandos carcelarios y que está llena de momentos inolvidables. “Dale un buen guión a un actor y será capaz de mover el mundo” dijo Newman cuando proclamó que “La Leyenda del Indomable” era uno de los mejores guiones que había leído en mucho tiempo. Muy recomendable (3+)

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