El discurso del rey, de Tom Hooper


Corría el año 1994 cuando un desconocido Nicholas Hytner dirigió la que a la postre se convertiría en su mejor película: "La locura del rey Jorge". Quizá muchos no la conozcais porque pasó sin pena ni gloria por las salas comerciales, pero es una de las películas británicas más sarcásticas, mordaces y conseguidas de las dos últimas décadas. Sin embargo pasó totalmente desapercibida. Doce años más tarde Stephen Frears volvería a ahondar en las entrañas de la realeza británica con "The Queen", correcta película que se sustenta en la actuación de la actriz protagonista: Helen Mirren. Pues bien, "El discurso del rey" no me parece ni más ni menos que eso, una película correcta cuyo principal reclamo es la actuación de su genio interpretativo, Colin Firth en este caso.

"El discurso del rey" narra los acontecimientos que provoca la abdicación de Eduardo VIII en favor de su tartamudo hermano Jorge VI. En realidad lo narrado no va más allá de una anécdota histórica: el rey tartamudo contrata a un especialista del habla con cuya ayuda consigue salir más o menos del paso el día de su coronación y gracias al cual consigue ejecutar uno de los mayores retos de su vida: dar un discurso completo el día que Inglaterra le declara la guerra a Alemania. El milagro es conseguir que la anécdota, el aparente nimio detalle de una tartamudez en tiempos de guerra, apasione en cierta manera -recordemos que a su lado alguien está renunciando al trono de Inglaterra por amor-.

A pesar de ello, la película de Hooper tiene muchos "peros", y para mí tanto "El cisne negro" como "La red social" (esta en menor medida) son mejores películas y, por lo tanto, deberían de haber superado a la británica en la gala de los Oscar. Pero claro, la academia de los Oscar está ampliamente politizada y el voto parece ser como la compra de acciones en la bolsa, se tambalea en auténticos vaivenes masificados. Así acabó con, a excepción del de mejor actriz que se lo llevó la Portman, los cuatro premios más importantes, quedando a tan sólo uno de conseguir lo que sólo han podido hacer tres grandiosos films: Sucedió una noche (1934), Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y El silencio de los corderos (1991).

Demasiado premio los 4 galardones de The King's Speech para tan poca profundidas histórica y de personajes. Yo hubiera seguido más la línea de los Bafta y los Globos de Oro, elogiando sobre todo la importancia del actor principal. Una vez más al contrario que Frears, Hooper desaprovecha el fascinante contexto político en el que se desarrolla su relato y traduce las intervenciones de Winston Churchill (Timothy Spall) o del Primer Ministro Stanley Baldwin (Anthony Andrews) en cameos meramente circunstanciales. Como dice Jordi Revert en LaButaca.net, "Hooper es incapaz de superar una dirección plana, visualmente impoluta pero carente de profundidad, limitada en la repetición de estructuras —la trama alterna indefectiblemente encuentros y desencuentros entre el rey y el logopeda— y cuyos mayores atrevimientos pasan por planos selectivamente enfáticos o por subrayar, banda sonora mediante, dramas monárquicos que con frecuencia adoptan visos de soap opera televisiva."

En un principio el actor pensado para el papel fue Paul Bettany pero fue descartado, con mucho acierto por lo que parece. La Reina Isabell II disfrutó un pase privado y, según el diario The Sun, se mostró encantada con la interpretación que hicieron de su difunto padre. Demasiado aplauso para una película que no deja de ser un impoluto retrato de un pequeño inconveniente que puede hacer zozobrar todo un país en tiempos convulsos, pero que se inhibe en profundizar en los personajes y en el contexto histórico dejándonos un producto descafeinado. (2+)





Como complemento aquí tenéis el documental de Documentos TV "El auténtico discurso del rey".

A través de sus icónicas intervenciones públicas, El auténtico discurso del Rey reconstruye el 'viaje' de Jorge VI para encontrarse con su voz y dirigir su nación. El relato cuenta con el soporte de un impresionante archivo histórico y reúne a algunos de los pacientes de Logue, tratados al mismo tiempo que el Rey, que revelan los métodos que empleaba y que hasta hoy día hacen que muchos se pregunten cómo un profesor australiano, aficionado al teatro, pudo convertirse en el logopeda del Rey de Inglaterra.


Un siglo de animación

Canal de historia hace un recorrido por el género de la animación, desde sus principios a comienzos del siglos XX, pasando por los distintos estilos y escuelas, hasta la era actual, donde prima el uso de los ordenadores. Un recorrido fascinante y ameno, donde se observa la influencia de los acontencimientos y epocas históricas en la forma y contenido de este maraviloso género audiovisual.

Documental de Canal de Historia (2003)

Los mundos de Coraline, de Henry Selick


Hablar de Henry Selick es, por encima de todo, hablar de animación, y de la buena. En 1993 un maravilloso cuento gótico navideño producido por Tim Burton lanzó a la fama a este espigado estadounidense. Sí, "Pesadilla antes de Navidad" fue una de las mayores fantasías visuales del cine sin lugar a dudas, y también fue una película en la que la estética burtoniana predominaba por encima de todo impregnando de magia el ambiente. Dieciséis años después, en el año 2009, y tras varios trabajos poco destacables, Selick se la juega sin Burton y consigue entregarnos otro cuento aún más bello y aún más siniestro, pero igual de impresionante.

Hay que aplaudir a rabiar la labor de Henry Selick, por las dos metas que cumple en Coraline, primero por escribir la adaptación basada en la novela de Neil Gaiman, que juega un papel casi protagonista en la producción y segundo por dirigir esta novedosa producción animada stop-motion rodada en 3D y alta definición de manera tan cuidadosa, detallista y notable. Lo relevante en esta película es que Henry Selick se aleja lo suficiente de lo que fue "Pesadilla antes de navidad”, y propone nuevas técnicas y una nueva estética para un argumento que demanda esta clase de tratamiento novedoso. Coraline no es tan burtoniana, pero si es oscura y seguramente conseguirá la aceptación de los fanáticos que esperan algo parecido al mundo de Jack Skellington. Coraline es una prodigiosa fábula kafkiana con tintes de Lewis Carroll que disfruta de la suficiente originalidad y eficacia constructiva como para parecernos totalmente novedosa y fascinante.



La historia sigue a la joven Coraline, una niña de once años que se acaba de mudar con sus padres a un caserón viejo apartado de la ciudad. Con su familia centrada en obtener una seguridad económica, Coraline se siente desplazada, llegando a descubrir un mundo paralelo dentro de su propia casa donde sus anhelos se ven aliviados, dando así inicio a una aventura vibrante y en todo momento espectacular en la que no todo es lo que parece y la fantasía es tan bonita y maravillosa como irreal y cruel.

La animación stop-motion siempre estuvo en el pensamiento del director, aunque él y Bill Mechanic consideraron la posibilidad de la animación digital e incluso usar actores de carne y hueso. Pero Henry Selick decidió que “era la historia perfecta para la animación stop-motion”. El proceso de animación stop-motion es muy especializado. Los animadores manipulan fotograma a fotograma los objetos (personajes, atrezo, decorados, etcétera) en una plataforma de trabajo. Se fotografía cada fotograma para la cámara de cine. Cuando se ensamblan y proyectan las miles y miles de fotografías, los personajes se mueven con fluidez y continuidad. Es magia cinematográfica hecha a mano. Filmar una película de animación stop-motion tiene muchos parecidos con un rodaje convencional: hay que construir decorados; se debe peinar a los personajes, maquillarlos, vestirlos, iluminarlos... y dirigirlos.

El libro que adapta la película ha servido de inspiración para un cortometraje realizado por tres cineastas italianos; un espectáculo de marionetas de una compañía irlandesa; una obra de teatro de una joven compañía sueca; una novela gráfica de tapa dura, y un musical off Broadway que se estrenará en la primavera de 2009. 18 meses antes de que el libro de Neil Gaiman se publicase (en 2002) éste ordenó a su agente que le mandará una copia a Henry Selick, del que podía decirse que era admirador. Al cabo de una semana Selick quería hacer la película.

No es Disney, no es Pixar. Esto es algo mucho más oscuro...mucho más. (3)


Erik el belga


Documental Documentos TV (2009)

La historia del universo # 4: Galaxias


Documental de Discovery Channel de 8 capítulos (2010)

La historia del universo # 3: Big Bang


Documental de Discovery Channel de 8 capítulos (2010)

Galeria: Neal Adams # 1

Neal Adams (nacido el 6 de junio de 1941) es un dibujante de cómics estadounidense, reconocido principalmente por su trayectoria en DC Comics y en Marvel Comics y por ser uno de los artistas más representativos e innovadores de la década de 1970. Su trabajo colecciones como Deadman, Batman, Green Lantern y Green Arrow, Avengers o Uncanny X-Men aún son recordados como el cénit gráfico en la trayectoria de dichos personajes, sin olvidar su, probablemente, obra maestra: Superman contra Muhammad Ali.













Un grandísimo dibujante con un trazo muy vistoso a la altura de otro de los grandes: George Perez.







Las fosas del olvido


Documental Documentos TV 25 aniversario (2011)

Monográficos: The Police # 1: Comienzos

Decía Nietzsche que sin música la vida sería un error. Estoy de acuerdo. Y además me atrevería a decir que sin The Police la vida también lo sería.

Más de tres décadas después de su formación The Police sigue estando considerado como uno de los grandes grupos de la historia del rock. Personalmente es uno de mis grupos favoritos, junto con Pink Floyd, Nirvana, Dire Straits, The Who o The Beatles. Pese a que hay algunos aspectos que hacen que este grupo no llegue a la perfección a la que quizá lleguen algún otro de los grupos que acabo de citar, ese sonído místico y veloz, esa composición pop radical, ese bajo y voz de Sting, esa guitarra de Summers y esa batería de Coppeland enamoran de tal forma que, pese a escuchar sus cinco discos de estudio una y otra vez, siga omnubilado con su música revolucionaria y melodiosa. Desde el punk en sus inicios con su primer disco, Outlandos d'Amour, hasta el reggae o el New wave en sus últimos trabajos, este grupo londinense revolucionó la sociedad de principios de los ochenta y la estructura del pop y el rock como no se había visto hasta la fecha.



Gordon Matthew Thomas Sumner nació al norte de Inglaterra un 2 de octubre de 1951. En su más tierna infancia destacó relativamente participando en carreras deportivas, pero pronto de gran talento empezó a aflorar, preparando y modificando sus propias canciones con ocho años junto a la vieja guitarra de su tío. Poco a poco y a la vez que el chico empezaba a madurar y convertirse en hombre, Gordon comenzó a tocar en cualquier local que le diera la oportunidad de impregnar el ambiente con su música, a la vez que seguía practicando diversos deportes. Una vez tocó vistiendo una camiseta a rayas negras y amarillas, por aquel entonces jugaba en el segundo equipo de fútbol de Newscastle, y su compañero Gordon Solomon le dijo que parecía una abeja, tras lo cual todos empezaron a llamarle Sting (que en idioma español significa ‘aguijón’), que usa como nombre artístico desde entonces de manera exclusiva, excepto para documentos oficiales.

Tocó con bandas de jazz locales como Phoenix Jazzmen, editó una maqueta con su banda Last Exit, de la cual era cantante y bajista y un LP en el que colabora con la Newcastle Big Band. Sting formó parte de un grupo de menor importancia —también llamado Sting—, el cual no grabó discos; únicamente realizaron un recital en The Cave Pub. Un año después que Sting, Stewart Armstrong Copeland nació en Virginia (Estados Unidos). Quien le iba a decir a su padre, un ex-agente de la CIA, que su hijo terminaría siendo uno de los mejores baterías de la historia del rock. Como he leído en una web: "El tipo es un MALDITO MAGO. Así de simple; rey absoluto del hi-hat y hechicero total de los tambores."

Llegó 1976 y el joven Stewart Copeland comenzaba su andadura en la banda de rock sinfónico "Curved Air" con la que se aseguraba un cierto número de actuaciones pero que carecía de posibilidades para mejorar y llegar a cotas mayores a las que aspiraba el norteamericano. Precisamente en diciembre de ese mismo año su grupo realizó una gira por Newcastle. Durante esa dira Copeland parecía haberse decidido a desligarse de la banda que ocupaba por entonces y formar una nueva del estilo que inundaba Inglaterra, el Punk-rock, y a la que llamaría "the Police". Las bases del grupo ya estaban ideadas, pero faltaba lo más importante: los demás componentes.



La casualidad quiso que durante esa gira de "Curved Air" se produjera la presentación del grupo "Last Exit", cuyo vocalista y bajista era, como hemos dicho antes, el propio Sting. Copeland y sus compañeros acudieron a la cita interesados por el estilo jazz/rock que les definía. Pese a no quedar excesivamente agradado con el conjunto del grupo le llamó poderosamente la atención el rubio que tocaba el bajo de manera tan virtuosa y que poseía ese timbre de voz tan peculiar: Sting. Desde entonces Stewart Copeland intentó contactar con el joven que tanto le había llamado la atención y que quería que fuera la cabeza visible de su grupo, con el que contactó finalmente gracias a un periodista local. Stewart le comentó con mucho entusiasmo su idea de formar una nueva banda y su interés en que estuviera al frente de la misma. Sin que mediaran más palabras intercambiarón números de teléfono y Copeland le aseguró que lo llamaría una vez de regreso a Londres, donde residía.

Llegó enero de 1977 y, una vez en Londres, Stewart Copeland llamó a Sting para convencerle de que se estableciese en Londres; para entonces ya había tomado la determinación de desligarse de "Curved Air". Tras la respuesta afirmativa de Sting se embarca en la busca de un guitarrista con similitud de estilo a su idea de banda punk, y encuentra en el francés de 24 años, Henry Padovani, al guitarrista indicado. Henry ya era un conocido de Stewart y ambos ya frecuentaban el circuito Punk londinense. Con este terceto quedaba compuesta la primera formación del grupo y comenzaba la que sería una corta pero intensísima carrera musical. La Policía había llegado para quedarse.


El machismo en la lengua castellana

Aunque si se piensa detenidamente pueda resultar un tema banal en comparación con otros más trascendentes en la propia igualdad entre mujeres y hombres, parece que el supuesto machismo del lenguaje español provoca bastantes disensiones en la blogosfera. Así tenemos numerosas webs y blogs en los que se muestra un listado de palabras con el sufijo masculino y femenino mostrando el contraste entra ambos conceptos, el significado generalmente favorable para las palabras de género masculino y el denostativo para las del femenino. Pero, ¿acaso es eso cierto? ¿Acaso debería estudiarse la modificación de ciertas acepciones dentro del lenguaje?

Observemos una de esas listas que muestran este supuesto contraste en un blog de 20minutos.

ZORRO: Espadachín justiciero
ZORRA: Puta
PERRO: El mejor amigo del hombre
PERRA: Puta
AVENTURERO: Osado, valiente, arriesgado, hombre de mundo
AVENTURERA: Puta
AMBICIOSO: Visionario, enérgico, con metas
AMBICIOSA: Puta
CUALQUIER: Cosa o persona indeterminada
CUALQUIERA: Puta
HOMBREZUELO: Hombrecillo, varón mínimo o pequeñito
MUJERZUELA: Puta
HOMBRE PUBLICO: Personaje prominente
MUJER PUBLICA: Puta
GOLFO: Masa de agua marina, parcialmente rodeada de tierra
GOLFA: Puta
LOBO: Mamífero predador rapaz y feroz. Hombre experimentado y agresivo.
LOBA: Puta
LIGERO: Hombre débil y/o sencillo .
LIGERA: Puta
ADULTERO: Infiel
ADULTERA: Puta
HOMBRE QUE VENDE SUS SERVICIOS: Consultor
MUJER QUE VENDE SUS SERVICIOS: Puta.


Hombre, pues a simple vista a mí estos ejemplos no me parecen especialmente significativos. Quizá el que sea más evidente es el de zorro y zorra, pero más que por el héroe enmascarado porque cuando se usa como adjetivo de una persona la palabra "zorro" indica astucia, y zorra es claramente peyorativa. Los otros ejemplos para mí abarcan desde los cogidos por los pelos hasta los totalmente desacertados ( por ejemplo el de perro/a; que el perrro sea el mejor amigo del hombre no tiene nada que ver en este asunto: cuando se llama perro a un hombre se quiere decir que es un arrastrado, cuando se le llama perra a una mujer se la identifica como puta; por tanto ambos son negativos).

También hay que decir que, aunque no parezcan demasiado significativos los ejemplos que circulan por Internet sí que hay ciertos vocablos donde la diferencia se hace más notoria. Veamos algunos ejemplos:

- Decir que algo "es la polla" o es "cojonudo" es algo muy positivo, se quiere decir que es muy bueno.

- Decir que una persona "chochea" o que algo es "un coñazo" implica cosas negativas.

Así para las cosas buenas en el lenguaje vulgar se utilizan derivados de los órganos sexuales masculinos, mientras que para expresar cosas negativas se utilizan palabras derivadas de los órganos sexuales femeninos.

Con estos últimos indicios, junto con otros ejemplos de la jerga juvenil o del lenguaje muy tradicional, sí que parece que muestran ligeros matices de discriminación lingüística en nuestro idioma. Eso sí, este "machismo" me parece de todo menos importante. ¿Qué diablos importa utilizar el genérico o estar diferenciando en cada palabra el masculino y el femenino? ¿Qué interés tiene el cambiar estos aspectos de la lengua cuando lo que realmente importa es una igualdad real en las libertades y oportunidades cotidianas? Porque no nos olvidemos, el lenguaje lo creamos los hablantes y esta discriminación de sexos en el castellano es sólo un reflejo de las desigualdad que ha habido décadas atrás en nuestra sociedad o del leve machismo que persiste ahora también en nuestra sociedad, desde la juventud a la madurez, pese a los pequeños avances.